• 9 diciembre, 2025

Trump asegura que Europa se dirige por un “mal camino” y pide evitar grandes cambios en el continente

Washington.–El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a criticar a Europa al afirmar que el continente “va por un camino muy equivocado”. Sus declaraciones llegan pocos días después de que la Casa Blanca publicara su nueva estrategia de seguridad nacional, en la que acusa a Europa de estar afectada por una migración masiva y de aplicar una regulación excesiva.

Trump también cuestionó la multa de 140 millones de dólares impuesta por la Unión Europea a X, la plataforma de Elon Musk, aunque reconoció que no conocía todos los detalles del caso. “Europa debe tener mucho cuidado. Están tomando decisiones peligrosas. Queremos que Europa siga siendo Europa”, afirmó desde la Casa Blanca. Añadió además que “la situación es muy mala para la gente” y que el continente “está tomando un rumbo muy malo”.

Estas palabras refuerzan las críticas presentes en la nueva estrategia de seguridad estadounidense que, en un tono poco habitual hacia aliados históricos, describe a Europa como excesivamente regulada y advierte que enfrenta la “desaparición de la civilización” a causa de la migración. El documento incluso señala que la administración Trump buscará “fomentar resistencia a la actual dirección de Europa desde dentro de las propias naciones europeas”.

Desacuerdos por la guerra en Ucrania

Las tensiones también crecen por la guerra en Ucrania. Los gobiernos europeos temen que Estados Unidos esté presionando para que Kiev ceda territorio a Rusia con el fin de acelerar el fin del conflicto. El Kremlin, por su parte, celebró el giro en la postura de Washington y aseguró que es “ampliamente consistente” con los intereses rusos.

La visión de Trump sobre Europa coincide en gran medida con la de Elon Musk, quien ha lanzado repetidas críticas contra las políticas migratorias de la Unión Europea. Tras la sanción contra X por incumplir la normativa digital europea, Musk afirmó que el bloque debería ser “abolido”, declaraciones que Bruselas calificó de “completamente locas”.

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