Trump firma ley que obliga a publicar los archivos de Epstein tras meses de resistencia
El presidente Donald Trump dio un giro inesperado en la mayor controversia política de su segundo mandato al firmar este miércoles la ley que ordena la publicación de los archivos relacionados con Jeffrey Epstein, tras meses de presiones para bloquear su divulgación.
La medida, aprobada de forma abrumadora en el Congreso, abre una nueva fase en la disputa por el acceso público a los documentos del caso Epstein y coloca al Departamento de Justicia bajo un fuerte escrutinio, en un momento en que la administración enfrenta tensiones internas y cuestionamientos sobre el manejo del expediente.
**Trump cambia el rumbo
“El presidente publicó en Truth Social: ‘ACABO DE FIRMAR EL PROYECTO DE LEY PARA LA PUBLICACIÓN DE LOS ARCHIVOS DE EPSTEIN’, atribuyendo la aprobación legislativa a su intervención directa.”**
El gesto representa un viraje profundo luego de que la Casa Blanca intentara contener el impacto político de la publicación, especialmente por los vínculos pasados de Trump con Epstein reflejados en diversos registros. Aunque Trump no ha sido acusado de ningún delito relacionado, la controversia ha alimentado teorías y presiones desde su propia base MAGA.
Tensiones internas y sospechas en el Capitolio
La secretaria de Justicia, Pam Bondi, aseguró que su departamento “cumplirá con la ley”, aunque evitó ofrecer detalles sobre el volumen y el contenido de los documentos que serán divulgados antes del plazo límite en diciembre.
Dentro del Congreso, tanto demócratas como republicanos expresan preocupación sobre la posibilidad de que la administración utilice la investigación penal recientemente reabierta como argumento para retener parte de los archivos.
La base conservadora, por su parte, mantiene suspicacias. Grupos aliados al presidente temen que la Casa Blanca busque proteger información comprometedora o retrasar su publicación.
Un problema creado por el propio Trump
La presión por liberar los archivos comenzó con una promesa de campaña del propio presidente, quien se comprometió a hacer pública toda la documentación si era elegido. Su equipo vio en ello una oportunidad política para movilizar a sectores que creen que los archivos revelarían los nexos de Epstein con figuras poderosas.
La estrategia se complicó en febrero, cuando la Casa Blanca entregó carpetas denominadas “Archivos Epstein” a líderes conservadores, solo para descubrir que la mayoría de la información ya era pública. El episodio generó críticas internas y un clima de frustración en el Departamento de Justicia.
Nuevas investigaciones y nuevos riesgos
El presidente pidió al Departamento de Justicia indagar los supuestos vínculos de Epstein con figuras demócratas, incluyendo al expresidente Bill Clinton, además de investigar la relación de Epstein con JPMorgan Chase. Tanto Clinton como la entidad financiera niegan cualquier participación en actividades ilícitas.
El movimiento pretende desviar la atención hacia los demócratas, luego de que correos electrónicos recientemente divulgados mencionaran a figuras de ambos partidos.
Una distracción que golpea a la Casa Blanca
Pese a los esfuerzos por retomar la agenda política de cara a las elecciones de mitad de mandato, la controversia sigue dominando el debate en Washington, afectando los niveles de aprobación de Trump.
Analistas republicanos consideran que el manejo del caso Epstein se ha convertido en una distracción persistente y dañina para el gobierno, debido a las contradicciones internas, las presiones del Congreso y las expectativas generadas entre los propios seguidores del presidente.
Lo que viene ahora
La administración tiene el reto de publicar los archivos antes del plazo establecido, mientras simultáneamente conduce una nueva investigación penal. Funcionarios del Departamento de Justicia reconocen que ambas tareas generan directrices contradictorias y riesgos legales.
En medio de la incertidumbre, tanto el Congreso como la opinión pública esperan claridad sobre qué documentos serán revelados, cuáles permanecerán reservados y hasta dónde el caso Epstein volverá a sacudir la escena política estadounidense.

