Washington, EE.UU. – El presidente Donald Trump instruyó públicamente al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) a ejecutar lo que calificó como “el mayor programa de deportaciones masivas de la historia”. El anuncio lo hizo a través de su red Truth Social, durante su vuelo en el Air Force One hacia Canadá para participar en la cumbre del G7.
En su publicación, Trump ordenó a los agentes de ICE “hacer todo lo posible” para cumplir la meta de intensificar los operativos de detención y deportación de inmigrantes indocumentados, especialmente en las principales ciudades gobernadas por demócratas como Los Ángeles, Chicago y Nueva York.
“Debemos redoblar esfuerzos para detener y deportar a millones de indocumentados que viven en ciudades como Los Ángeles, Chicago y Nueva York”, afirmó Trump, al tiempo que acusó sin presentar pruebas a sus adversarios políticos de usar la inmigración irregular para “hacer trampa en las elecciones”.
La orden presidencial llega en medio de crecientes protestas contra las políticas migratorias de su administración. En ciudades como Los Ángeles, la policía antidisturbios ha tenido que intervenir durante manifestaciones frente a edificios federales, reflejando el creciente malestar social.
Según reportes de CNN, ICE ha acelerado sus operativos en un intento por cumplir con las cuotas diarias de arrestos impuestas por la Casa Blanca. La agencia ha tenido que modificar sus lineamientos, dejando atrás su enfoque en amenazas a la seguridad nacional para convertirse en el brazo principal de la promesa de campaña de Trump: una política migratoria de deportaciones masivas.
A pesar del discurso oficial, fuentes cercanas a las operaciones revelan que funcionarios han sido criticados internamente por no alcanzar los objetivos de arrestos establecidos por la administración.
