Wellington Díaz

Wellington Díaz

Parásito cronista deportivo

El siguiente texto corresponde a un escrito para mi columna semanal Voces Jóvenes, publicado el lunes 19 de octubre de este año en la página Serie 31, la cual a su vez sale impresa en el periódico La Información y es producida por el periodista Carlos Manuel Estrella.

Como he recibido varios correos con comentarios sobre el tema, me pareció interesante ofrecer el texto a los lectores digitales de nuestro Sol de Santiago.

A continuación el escrito, tal y como salió publicado en Serie 31:

«Los “todólogos”, son quienes creen saber y dominar varias especialidades. Hay personas que lo hacen bien y sus opiniones, sin importar el campo de la vida social, son precisas y con un grado de racionalidad a la altura de un gran “todólogo”.

Sin embargo, hay una serie de comunicadores que se dedican a opinar sobre cualquier tema y lo peor es que utilizan como canal diversos espacios y pareciera que tienen un programa a costo de otro, sin respeto por sí mismos.

Hay un supuesto “locutor” de Santiago, quien se dedica a comentar y opinar en la mayoría de los programas deportivos, producidos dentro y fuera de la Ciudad Corazón.

Este “locutor”, que ha trabajado como musicalizador en emisoras de Santiago, ya tiene cansados a los cronistas deportivos, porque todos los días llama a los programas, especialmente radiales, para opinar.

Los programas de Santana Martínez, Elías Wehbe, Germán Santiago, Orbita Deportiva y de CDN La Radio, son sólo algunos a los que este “locutor” llama muy a menudo.

Se acuesta de madrugada y se levanta cuando canta el primer gallo, para monitorear a los demás y comentar el más mínimo hecho deportivo. Pasa el día entero en esa actividad.

No es que se le cohíba opinar, pero este “locutor” debe darse cuenta que es un comunicador y si desea aportar una información o comentario, podría enviar una comunicación o llamar fuera del aire.

Si es una persona no ligada a los medios, podría entenderse, pero de un comunicador y “locutor”, eso esta fuera de la ética, más aun porque les quita espacio a otras personas».