Wi-Fi 6E evitará las interferencias y aumentará la velocidad de tu hogar
Hipertextual.-Con la aprobación estadounidense, cuya Comisión Federal de Comunicaciones –FCC– dio el pasado jueves el visto bueno a la extensión del espectro que los dispositivos de comunicaciones pueden usar bajo el nuevo estándar Wi-Fi 6E. Aunque pueda parecer una actualización relativamente menor, se trata a nivel práctico del mayor avance en los últimos 15 años.
En 2019 vimos como la Wi-Fi Alliance desplegaba finalmente Wi-Fi 6, el último estándar disponible y ya a bordo de los últimos routers y terminales como smartphones o portátiles. La mayor velocidad, capacidad y eficiencia energética se complementan ahora con un nuevo y amplio espectro en la banda de los 6 GHz.
Wi-Fi 6E, una mejora espectral: más frecuencias disponibles y contiguas
Desde que se aprobara el uso de dos bandas disjuntas en los 5 GHz ya por 2003, no se había dado luz verde a ninguna otra extensión del espectro en uso para este tipo de conexiones locales e inalámbricas entre dispositivos. Desde entonces, los ahora conocidos como Wi-Fi 4, 5 y 6, se habían restringido a las dos conocidas bandas del Wi-Fi, en 2,4 y 5 GHz.
Estas dos bandas acumulan un total de unos 400 MHz de espectro disponible. Por esto, el espectro liberado por la FCC para este uso en los 6 GHz, con sus 1.200 MHz en cuatro bloques contiguos, cuadruplican el ancho de banda total disponible hasta ahora.
Esto significa que los dispositivos con este estándar tienen muchos más canales para ‘hablarse’ entre sí, evitando las fatales interferencias que tanto acusa este tipo de conexiones habitualmente. Especialmente en entornos con una gran densidad de dispositivos, como las ciudades. Se abren hasta un total de 7 canales amplios, de 160 MHz de ancho de banda –el máximo soportado por Wi-Fi 6–, que podrán funcionar de forma simultánea y sin ningún tipo de interferencia entre ellos, o bien hasta un total de cincuenta canales más modestos de 20 MHz, el ancho de banda mínimo de los estándares Wi-Fi recientes.
Puesto que se trata de la primera gran extensión del espectro desde que este se ampliara con la banda de los 5 GHz, podemos esperar un resultado similar, que será especialmente notable para los early adopters, que harán uso de estas nuevas bandas cuando todavía no alojen ningún tipo de uso.
De hecho, una de las grandes ventajas del nuevo estándar Wi-Fi 6 sobre la banda de frecuencias de 6 GHz es precisamente que serán únicamente dispositivos de nueva generación los que convivan en este nuevo espectro. No habrá retrocompatibilidad forzada con dispositivos previos y menos competentes porque, sencillamente, estos no son capaces de comunicarse a estas nuevas frecuencias. De esta forma, es posible prometer unas latencias de comunicación que alcanzarán un nuevo mínimo.
El Wi-Fi 6E supercarga el Wi-Fi 6, y llega justo a tiempo para plantar cara al 5G en los dispositivos móviles y el IoT. En 2020 probablemente veamos ambas tendencias darse la mano para dar estándares de conexión más robustos, dentro y fuera de casa. A modo de comparación, las bandas mmWave del 5G que vemos en algunos dispositivos como el Galaxy S20 Ultra, tienen su máximo en torno a los 7,5 Gbps de velocidad de descarga. El estándar Wi-Fi 6E lo tienes más fácil que Wi-Fi 6 para alcanzar los 9,6 Gbps, ahora que interferencias serán minimizadas en estas nuevas frecuencias.
Cómo utilizarlo
El Wi-Fi 6E todavía ha de pasar por su aprobación en la Comisión Europea y otros organismos reguladores. No obstante, se espera que los primeros dispositivos comerciales den soporte a estas bandas hacia finales de este mismo año. En un primer momento es de esperar que llegue a bordo de nuevos routers, mientras que los smartphones, tablets o televisores con Wi-Fi 6E irán apareciendo progresivamente después y a lo largo de varios años.
Este estándar será, como todos los anteriores, retrocompatible. Funcionará abarcando las generaciones previas de conectividad inalámbrica. Esto es, un dispositivo Wi-Fi 6E será compatible con Wi-Fi 6, Wi-Fi 5, Wi-Fi 4…
Aun así, hay que tener en cuenta que para aprovechar los beneficios que proporciona esta extensión del espectro, necesitamos soporte a ambos extremos de la conexión. Cliente y punto de acceso han de ser compatibles con Wi-Fi 6E si queremos utilizar esta descongestionada banda. Dicho de otra forma, necesitamos tanto el router de nueva generación, como el dispositivo que se va a conectar a él; y Wi-Fi 6 no bastará en ninguno de los casos. Tenemos que buscar el logo de Wi-Fi 6E.
Los principales fabricantes este tipo de procesadores y antenas ya están trabajando en dar soporte a este nuevo estándar en forma de productos finales. Un ejemplo es Broadcomm, que ya cuenta con el primer chip Wi-Fi 6E para dispositivos móviles, pero también Intel o Qualcomm cuentan con desarrollos recientes sobre esta tecnología, de los que podemos esperar una mejores productos de conectividad.
Según declaraciones de la firma de análisis IDC a The Verge, se espera que los dispositivos distribuidos durante 2021 con este nuevo estándar de Wi-Fi superen los 300 millones de unidades, un total sobre el que jugarán un papel relevante los smartphones de gama alta.