
Zelaya fue víctima de un golpe de Estado el 28 de junio último, cuando militares encapuchados, en contubernio con la oligarquía, lo secuestraron y llevaron a la fuerza a Costa Rica.
Después de dos intentos infructuosos por regresar, el 21 de septiembre logró el retorno sorpresivo a Tegucigalpa y desde entonces se encuentra en la embajada de Brasil, rodeado de un fuerte dispositivo de las fuerzas del régimen de facto.
El próximo miércoles viajará a Santo Domingo en calidad de huésped tras un acuerdo firmado entre el jefe de estado dominicano, Leonel Fernández, y Porfirio Lobo, el presidente electo en los comicios hondureños organizados bajo el régimen de facto.
«Esperamos que los militares y policías que rodean a Zelaya sean retirados ese día de la sede diplomática de Brasil», dijo Andrés Pavón, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos.
Según se ha anunciado, defensores humanitarios y personal diplomático protegerán a Zelaya en su recorrido desde la embajada hacia el aeropuerto de Toncontín.
