• 20 abril, 2024

A 69 años de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki daños colaterales persisten en víctimas

A 69 años de la bomba atómicaMiguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- Sesenta y nueve años después que la bomba atómica manipulada por Estados Unidos, fuera lanzada en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, los daños colaterales de sus víctimas, persisten hoy y el trauma sigue latente, como si se tratara del primer día.

Los fantasmas de millares de muertos, mutilados y locos que quedaron como secuela del brutal ataque, siguen persiguiendo a la mayoría de los sobrevientas.

La primera bomba, estalló sobre Hiroshima, a las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945 y la segunda, contra Nagasaki, a las 11:02 de la mañana del 9 de agosto del mismo año.

La segunda ciudad está situada en la isla Honshu, la principal de Japón y era desconocida en el mundo, hasta que la bomba atómica la puso en el mapamundi.

Ese día, cerca de las 7:00 de la mañana, los japoneses detectaron la presencia de aeronaves norteamericanas que se dirigían al Sur del archipiélago y una hora después, los radares del ejército japonés en Hiroshima, ubicaron tres aviones enemigos, pero los jefes militares, descartaron la posibilidad de un ataque y se aseguraron de que los aviones, serían barridos y convertidos en cenizas.

No se imaginaban, que esos aviones llevaban la carga de muerte y destrucción más aterradora que haya conocido el mundo, en el fragor de la Segunda Guerra Mundial.

Como medida de precaución, los japoneses emitieron una señal de alerta tocando las sirenas y enviando mensajes por radio para tranquilizaban la población.

A las 8:15 el bombardero B-29 de Estados Unidos, «Enola Gay», al mando del piloto Paul W. Tibblets, lanzó la primera bomba atómica sobre Hiroshima.

Un ruido ensordecedor, seguido de un luminoso resplandor, copó el cielo y luego, la onda expansiva apoderándose del escenario.

La columna de humo era color gris morado con una especie de corazón de fuego y temperatura de 4.000 grados centígrados.

Después, la bomba, se convirtió en una gigantesco hongo atómico de algo más de un kilómetro de altura.

Hiroshima, perdió todo contacto con Tokio, a más de 700 kilómetros de distancia.

Después de tres horas de la expansión de la bomba, de Hiroshima, sólo quedaba un enorme cráter en la tierra, cubierto de fuego y humo.

NAGASAKI

Después de Hiroshima, los norteamericanos esperaban la rendición inmediata del ejército japonés, pero eso no ocurrió.

A las 11:02 minutos del 9 de agosto de 1945, la única bomba atómica que le que quedaba a la armada estadounidense y para demostrar que los Estados Unidos tenía más bombas, decidió continuar con la jornada de muerte y destrucción.

El drama sangriento de la aniquilación, se repitió en Nagasaki, situada en una de las islas menores de Japón, llamada Kysuhu.

La misión destructiva estuvo a cargo del bombardero B-29, bautizado como «Bock´s Car», desde el que se lanzó la bomba de construida con uranio.

Cinco días después, los japoneses se rindieron sin condiciones ante las fuerzas aliadas lideradas por Estados Unidos.

Con esa rendición, la Segunda Guerra Mundial, que comenzó en 1939, llegó a su fin.

Más de 140 mil víctimas cayeron calcinadas, pero hubo diferencia del impacto de las bombas.

En Hiroshima, ciudad levantada sobre un valle, la expansión de la bomba fue mucho más amplia y destructiva, mientras que en Nagasaki, emplazada en una orografía montañosa, los efectos fueron minimizados por las planicies y la altura.

A dos kilómetros a la redonda, desde donde fueron lanzadas las bombas, la catástrofe y la destrucción fueron masivas y absolutas.

No quedó piedra sobre piedra ni ningún ser vivo que no fuera afectado.

El fuego, el humo y el calor, aniquilaron en pocas horas edificios, seres humanos, plantas y animales.

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