Un ataque suicida con coche bomba en el suroeste de Pakistán dejó al menos tres niños y dos adultos muertos, y otras 38 personas heridas, según autoridades locales. El atentado tuvo lugar el miércoles en la ciudad de Khuzdar, en la provincia de Baluchistán, una región afectada por años de conflicto.
El blanco del ataque fue un autobús escolar que transportaba a hijos de personal militar hacia una escuela pública de las Fuerzas Armadas, explicó Kaleem Ullah, oficial de policía local. Este tipo de centros educativos están distribuidos por todo el país y atienden principalmente a familias de militares.
Yasir Dashti, funcionario del gobierno provincial, confirmó que el autobús llevaba “un gran número” de niños. Ningún grupo ha reivindicado el ataque hasta el momento.
Las fuerzas armadas de Pakistán acusaron a «representantes indios» de estar detrás del atentado, aunque no ofrecieron pruebas. El primer ministro Shehbaz Sharif condenó el «cobarde ataque» y reiteró las acusaciones. Por su parte, India negó cualquier implicación, calificando los señalamientos como infundados.
Baluchistán ha sido escenario de una insurgencia separatista que busca mayor autonomía y desarrollo económico en esta estratégica región rica en recursos minerales. El ataque se produce semanas después del secuestro de un tren por parte del Ejército de Liberación Baluchis, que resultó en la muerte de 27 personas.
Este nuevo atentado revive el trauma de anteriores ataques a estudiantes en Pakistán. En 2014, 145 personas —en su mayoría niños— fueron asesinadas por militantes talibanes en una escuela en Peshawar, el peor atentado terrorista en la historia del país. También recuerda el atentado contra Malala Yousafzai en 2012, cuando fue baleada por los talibanes por promover la educación femenina.
