• 18 abril, 2024

Clinton pide una «fuerte respuesta internacional» al «acto de agresión» cometido por Corea del Norte

EP- La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, ha pedido en Tokio una «fuerte respuesta internacional» al «acto de agresión» cometido por Corea del Norte. En rueda de prensa junto al ministro japonés de Exteriores, Katsuya Okada, Clinton ha afirmado que es importante enviar un «mensaje inequívoco» de que las acciones «provocadoras» de Pyongyang «tienen consecuencias» y ha considerado probado que la corbeta Cheonan se hundió el 26 de marzo por un ataque norcoreano.

«Las pruebas son abrumadoras. El torpedo que hundió el Cheonan y se llevó la vida de 46 marinos fue disparado por un submarino norcoreano y Estados Unidos condena con firmeza ese acto de agresión», ha apuntado Hillary Clinton. La secretaria de Estado ha insistido en que «no será y no puede ser» tratado como un tema regional sino «internacional», aunque ha considerado todavía «prematuro» adelantar cuál puede ser la respuesta al ataque norcoreano. En este sentido, ha recordado que en los próximos días realizará consultas con China y Corea del Sur, los otros dos países que visitará dentro de la gira asiática que comenzó hoy en Tokio y con los que pretende perfilar la respuesta a la actuación del régimen comunista norcoreano.

Previamente, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha dicho hoy que Corea del Sur responderá con prudencia al ataque a la corbeta Cheonan, atribuido por una comisión internacional a Corea del Norte, aunque lo ha considerado una «provocación militar». Mientras, Pyongyang, que niega las acusaciones, amenazó con congelar las ya de por sí frías relaciones intercoreanas y anular todos los acuerdos firmados con el Sur.

«Dada la seriedad de este caso y su gravedad, no nos podemos permitir cometer el más pequeño error y seremos muy prudentes en todas las medidas de respuesta», ha dicho Lee, según la agencia surcoreana Yonhap, durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional convocada para discutir medidas contra el régimen de Kim Jong-il.

El presidente surcoreano, que en sus dos años y medio de mandato ha visto un progresivo enfriamiento de las relaciones con el Norte, ha asegurado que el ataque a la fragata Cheonan, en marzo pasado, en el que murieron 46 tripulantes, es una violación del armisticio que puso fin a la Guerra de Corea (1950-53). Es la primera vez que Lee convoca al Consejo de Seguridad Nacional -integrado por el primer ministro, los ministros de Exteriores, Defensa y Unificación, y el jefe de los servicios de espionaje- desde el año pasado, cuando Pyongyang llevó a cabo su segunda prueba nuclear.

La decisión de Seúl se dará a conocer la próxima semana a través de un discurso de Lee que se emitirá en directo, aunque el Gobierno surcoreano ha abogado por tomar medidas consensuadas con la comunidad internacional.

El ministro de Defensa, Kim Tae-young, ha dicho que Seúl trabajará en este sentido para imponer sanciones contra el Gobierno norcoreano. «Corea del Norte ha traspasado los límites. El Gobierno se asegurará de que Corea del Norte pague por estos actos», ha afirmado.

Sin embargo, aparte de las sanciones internacionales, hay poco más que hacer. Los medios locales descartan una posible respuesta militar de Corea del Sur, debido al riesgo de escalada en la inestable península coreana. Y las relaciones económicas están ya cerca de la parálisis desde la llegada de Lee a la presidencia.

El equipo internacional de investigadores encargados de aclarar el hundimiento del buque de 1.200 toneladas Cheonan dijo ayer que un submarino norcoreano se internó en aguas surcoreanas del mar Amarillo (mar Occidental) el 26 de marzo y torpedeó la nave, algo que Corea del Norte niega.

En el hundimiento murieron 46 de los 104 tripulantes, por lo que se ha convertido en el incidente más grave en la disputada frontera marítima del mar Amarillo entre las dos Coreas desde el fin de la guerra, en 1953.

«Situación de guerra»

Pese a que el informe de la comisión internacional califica las evidencias de «abrumadoras», Pyongyang niega tener nada que ver con el hundimiento de la corbeta. En un comunicado que recoge la agencia Yonhap, el Comité para la Reunificación Pacífica de Corea culpa a Seúl de haber creado con su acusación un ambiente que recuerda «al de una situación de guerra».

Corea del Norte recalca que contempla la etapa actual como una fase bélica, y acusa al Sur de crear una situación en la que la guerra «puede estallar en cualquier momento». En sus acostumbrados términos bélicos, Pyongyang asegura que responderá «sin piedad» a cualquier medida de Seúl.

Comentarios