• 18 abril, 2024

Colocan lápida en tumba de policía de NY más de 102 años después de ser asesinado por un boxeador en Manhattan

Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK,- El policía de la ciudad John Flood, fue asesinado el 3 de julio de 1917 por el boxeador Milton Bleier, quien le quitó la porra (macana) al oficial y lo mató a golpes luego que el agente subió al apartamento de su asesino respondiendo a los gritos de la mujer que estaba siendo golpeada por el peleador que la amenazaba también con matarla.

El cuerpo del policía fue sepultado en una tumba sin nombre en el cementerio Calvario de Queens, y la semana pasada, más de 102 años después, oficiales del cuartel 19 le pusieron la lápida color gris, con el epitafio “Flood” y un ramo de flores blancas.
El boxeador residente en El Bronx, huyó de la escena luego de asesinar al policía y fue capturado poco después en Baltimore.
Un funeral simbólico le fue hecho por el Departamento de Policía. Flood, trabajaba en el cuartel 31, hoy 19, donde sus compañeros lo llamaban “el sacerdote” porque amonestaba a los colegas que usaban un lenguaje grosero.
En la misma tumba, se sepultaron los restos de su esposa y su suegra.
Maureen O’Grady, nieta del oficial asesinado estuvo en la ceremonia de la lápida.
La identificación de la tumba comenzó a ser gestionada después que el oficial Anthony Nucchio y varios de sus compañeros, fueron al cementerio a recordar a Flood, pero no encontraron la tumba en el centenario de su asesinato en 2017.
“Finalmente encontramos la ubicación, pero sólo había hierba,” explicó Nucchio. “Empleados del cementerio me dijeron que no había una lápida allí. Llamé a la nieta y ella me dijo que nunca se había identificado la tumba”, añadió Nucchio.
Al enterase de que un compañero policía muerto estaba en una tumba sin lápida y sin mención de su sacrificio, Nucchio comenzó a trabajar para conseguir la lápida.
“Tuvimos que hacer algo. Más de 100 años habían pasado y ha estado enterrado allí con su familia en una tumba sin nombre. No era correcto”, dijo Nucchio. “Lo obviaron”.
“Descansa en paz, hermano 1879-1917”, escribió el cuartel 19 en su cuenta twitter, añadiendo más de un siglo después, el oficial Flood, había recibido su lápida.
La razón de la falta de la lápida, fue una disputa familiar de largo tiempo que todavía existía cuando Flood fue asesinado.
Se le negó el acceso al terreno de la familia en el cementerio a la viuda del policía y ella compró otro espacio.
La nieta dijo que intentó en los últimos años conseguir una lápida para la tumba de sus abuelos, pero no pudo conseguir el dinero ni los papeles.
Nucchio habló con oficiales activos y retirados, del cuartel 19 y recolectó los $9.000 dólares para comprar, grabar y colocar la lápida en la tumba de Flood.
“Fue un verdadero honor y privilegio hacer esto por Maureen y sus familiares”, agregó el oficial.
“Es nuestra forma de agradecer al patrullero Flood por su servicio y dando las gracias a su familia por habérselo dado a la ciudad. Siento como si fuera parte de mi familia”, agregó.
La nieta de 75 años, vio la lápida por primera vez el lunes 25 de este noviembre.
“Los policías han sido fenomenales desde el principio cuando me dijeron que iban a trabajar para que la lápida se pusiera en la tumba”, dijo ella que es una profesora retirada de matemáticas.
“Es algo que he estado esperando hacer desde hace muchos años y verlo cumplido es tal bendición. Esto no es un monumento sólo para él, sino para todos en el departamento de policía”, añadió la nieta.

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