• 19 abril, 2024

Conmoción en Massachusetts por muerte de estudiante dominicano durante explosiones de edificios en Lawrence

Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK,- Las comunidades dominicanas y de otros países en Massachusetts, siguen conmocionadas por la trágica muerte del estudiante dominicano Leonel Rondón de 18 años de edad, que murió el jueves durante las explosiones de 60 casas en la ciudad de Lawrence, cuando una chimenea cayó sobre su vehículo donde estaba sentado, después de obtener su licencia de conducir días antes de morir.
Compañeros de escuelas, amigos, vecinos y autoridades locales, entre estas, el alcalde dominico – boricua Daniel Rivera (Dan), se han unido al luto colectivo, mientras varias páginas para recaudar fondos para el funeral de Rondón, han sido abiertas en la plataforma GoFundMe y otros sitios.
Al cierre de esta nota, las donaciones estaban superando las metas.
El sábado se llevó a cabo una reunión familiar en la casa de Rondón, en la calle Chesnut de Lawrence, mientras docenas de afectados regresaban a sus hogares en medio del temor.
Los investigadores dijeron que conexiones erráticas en las tuberías de gas, pudieron haber causado el estallido en cadena, pero que la investigación sigue activa.
En la que murió Rondón, fue una de las primeras explosiones que desplazaron a miles de personas debido a una emergencia de gas en Lawrence, North Andover y Andover.
Docenas de personas entraban y salían a la casa, para sumarse al dolor y las condolencias a los padres de Rondón.
La madre y el padre de Leonel, conmocionados y afligidos, se negaron a comentar sobre la muerte de su hijo.
«Simplemente no estamos listos todavía», dijo su hermana.
El jefe de policía de Lawrence, Roy Vasque fue uno de los primeros en responder a la calle Chickering Road House, donde Rondón quedó atrapado en la guagua modelo RAV-4, color plateado que ocupaba con algunos amigos.
Fue una de las primeras llamadas de docenas que recibirían las autoridades y los sistemas de emergencias, el jueves informando incendios en los hogares y explosiones causadas por lo que los funcionarios dicen era una línea de gas demasiado presurizada.
La escena fue impactante.
La chimenea de una casa contigua se derrumbó sobre el automóvil de Rondón. Otra víctima, una niña, quedó atrapada en la casa, pidiendo ayuda histéricamente, dijo Vasque.
Otros tres jóvenes se pararon en el camino de entrada, también histéricos pero ilesos, dijo Vasque.
«Estaba totalmente enredado por la chimenea», dijo Vasque.
«La policía y el Departamento de Bomberos lograron sacar a la mujer de la puerta delantera. Tenía graves lesiones en las piernas y los tobillos. El hombre tardó más. Tuvimos que usar una palanca para sacarlo», relató el jefe policial.
Rondón estaba inconsciente pero vivo. Fue trasladado en ambulancia al Hospital General de Lawrence General, luego trasladado en avión a un hospital de Boston, donde fue declarado muerto.
Él fue la única víctima mortal en el desastre de la compañía Columbia Gas.
Después de ayudar a los equipos de rescate, Vasque dijo que él y los otros oficiales se fueron para responder a otras emergencias.
«Eso es todo lo que hicimos todo el día», dijo Vasque.
Rondón había sido un estudiante de tercer año en la escuela Phoenix Charter Academy en la calle Essex en Lawrence, una secundaria alternativa que inscribe estudiantes que no sobresalen en las aulas tradicionales.
La escuela fue cerrada el viernes, pero emitió una declaración diciendo que el personal y los estudiantes estaban profundamente entristecidos por la pérdida de uno de sus miembros.
«El personal y los estudiantes lo conocían como un alumno abierto, desenfadado y práctico que amaba especialmente la ciencia y se destacaba en biología y matemáticas», dijo la escuela.
«Los maestros recuerdan su deseo de graduarse como modelo para sus compañeros de clase», añade el comunicado del plantel.
En los próximos días, se brindará consejería de duelo a los estudiantes de esa escuela.
A las pocas horas de la muerte de Rondón, los tributos de sus maestros y amigos comenzaron a aparecer en las redes sociales.
Una vecina, Trudy Silvera, recordó a Leonel como un buen chico.
«Lo conocí desde que era pequeño», dijo, y señaló que había vivido en la calle Chestnut desde 1989.
«Era juguetón, muy agradable, siempre decía hola'», dijo. «Fui a ver a los padres, están devastados. Me enteré de que era muy bueno en ciencias y matemáticas, sus amigos lo decían».
Silvera dijo que durmió en el sofá la noche del viernes, porque estaba tan asustada que podría tener que irse de la casa de repente.
Pero a pesar del miedo y la incertidumbre constantes, áreas de Lawrence estaban en normalidad dentro de las circunstancias.

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