• 27 abril, 2024

CULTURA VIVA

Por Lincoln López

EL ARCHIVO GENERAL DE LA NACION

En una “mañana del mundo de cuya fecha no quiero acordarme” llegué muy temprano  en un carro de la Línea Duarte a la capital, Santo Domingo de Guzmán, al amplio local que hoy ocupa el AGN para consultar un material bibliográfico, algunos artículos periodísticos especializados del siglo antepasado,  para documentar y sostener una investigación que estaba aprobada en ese entonces por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

Luego del recibimiento protocolar, me enseñaron tres grandes salas, habitaciones o depósitos o basurero de papeles. Aquello era deprimente. Poca luz. Sucio. Un anaquel por acá, un destartalado archivo por allá, y montones de  documentos envueltos y amarrados con soga y con alguna desteñida identificación hecha con marcador. Ahí me dejaron solo, como un preso de confianza. Desamarrando y amarrando un paquete tras otro.

Los ficheros que estaban fuera de esos calabozos no servían de mucho porque había que penetrar a los almacenes y bucear. Era buscar verdaderamente una aguja en un pajar, con la incertidumbre de saber si estaba la aguja. Lo único seguro es que salí vivo y sin un papelito.

Así estaban las cosas en la principal institución archivística del país que fuera fundada mediante la Ley 912 del 1935.  Allí donde se custodian los documentos de antes y después de proclamada nuestra República, que “forman parte del patrimonio documental dominicano”. Allí está “la memoria cultural  e histórica nacional”.

Pero esta semana una invitación a mi persona,  borró aquella pesadilla.

Resulta que la Gobernación de Santiago, mejor dicho su titular, doña Nidia Bisonó Imbert,  le ha abierto las puertas de su Despacho para que el AGN pueda extenderse, y su Director General el destacado historiador Dr. Roberto Cassá, a su vez, invitó a la Señora Gobernadora a firmar un documento de colaboración entre ambas instituciones.

La visita guiada por sus instalaciones nos mostró los reales y positivos cambios que se han operado en dicha institución a partir del 2005. Gratamente sorprendidos al conocer todo el proceso moderno de conservación de documentos. Especialistas tratando como a un paciente crónico, millares de documentos hasta restablecerlo completamente, y  garantizar su perdurabilidad. Se siente la identificación del personal con su trabajo. Todo el mundo está en lo que tiene que estar. Hasta el momento se han digitalizado “más de un millón de imágenes de diferente Fondos”. En sus Departamentos de Investigación y Divulgación se han realizado interesantes trabajos y publicaciones escritas y orales.

Para muestra, un botón: para el año 2005 el Boletín marcaba el Vol. XV, a partir de Escritos Dispersos de José Ramón López las publicaciones pasan de 95. No hay  los huecos entre una publicación y otra,  hasta de 5 años. Amén de otros servicios a la población: sala de atención a usuarios, consultas, cursos, conferencias, talleres y diplomados. Exposiciones, verbigracia, “La raza inmortal en el camino de la libertad”.

Reciba, Dr. Roberto Cassá nuestro sencillo reconocimiento, extensivo para su valioso personal.

Fue una mañana edificante. En instituciones como el AGN se encuentra la diferencia entre “la Civilización y la Barbarie”.

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