Demos un apoyo a iniciativa de desarme general

La preocupación de sectores como la Iglesia Católica que expresa de que en los últimos años el país ha sufrido en carne propia las consecuencias de esa espiral de violencia que va trastornando  la cotidianidad, obligándonos a vivir en una cárcel sin puertas, debe mover a toda la sociedad.

Ciertamente, los delincuentes nos han robado la paz y secuestrado la libertad de transitar libremente sin temor a ser atracados o encontrar la muerte en manos de malhechores.

Algunos atribuyen las causas de este desasosiego nacional a la impunidad sin fronteras, complicidad con los responsables de la delincuencia, injusticias sociales que estimulan el crimen, desempleo creciente, jóvenes sin futuro vegetando día y noche sin esperanza, un sector de la clase política haciendo del tráfico de influencias y la vida fácil un estilo de vida, exhibiendo riquezas que no resisten la menor investigación seria.

La verdad es que la exclusión social ha jugado su rol y la indiferencia de ver cómo crece una población entre la marginalidad.

Además de desarmar a la población, se requiere de planes educativos. No es verdad que con represión se combate. El Sol de Santiago se hace vocero del pedido de la Iglesia Católica de la convivencia pacífica y promoción de los buenos y sanos valores.