• 19 abril, 2024

Djokovic eliminó fácil a Cilic y es finalista

Novak_Djokovic_3182330b
NUEVA YORK,- Una aplanadora. Así se mostró Novak Djokovic para aplastar a un Marin Cilic (9º), campeón defensor, que tuvo una molestia física. El Nº1 del mundo se impuso por 6-0, 6-1 y 6-2 y se metió en su 18ª final de Grand Slam y por primera vez en su carrera llegó a las cuatro definiciones de Grand Slam del mismo año. Así, espera en el US Open por el ganador de la semifinal que ahora protagonizan Roger Federer (2º) y Stan Wawrinka (5º).

Djokovic, en su novena semifinal consecutiva en Nueva York, no le dio respiro a su rival, que estuvo lejísimo de la chance de pasar a su segunda final al hilo en Nueva York. El mérito del serbio fue doble: a la hora de jugar, no le concedió opciones al croata, lo maniató desde el inicio mismo y lo pasó por encima, mientras que después, aun en cancha, admitió el valor de Cilic por salr igual a la cancha pese a la lesión en un tobillo.

Con 28 años, Djokovic sigue escribiendo historia en el tenis. Igualó la cuarta mejor marca de semifinales en los Majors, ya que con 18 llegó a la cifra de Pete Sampras, a la vez que se dio el enorme gusto de instalarse por vez primera en los cuatro choques decisivos de los grandes campeonatos, algo para elegidos. En 2015 se consagró en Australia y Wimbledon y cedió en la final ante Wawrinka en Roland Garros.

El estado de Cilic quedó claro en sus números con el servicio, su principal arma, al punto de que logró apenas cuatro aces y el 60% de lo jugado con el primer intento. Muy, pero muy poco para su media. Y vaya si lo aprovechó el serbio, quien le metió presión desde la devolución (una de las mejores del mundo) y lo movió por todos lados, lo abrió por la derecha y lo llevó a pegar incómodo con el revés. No le dio respiro y el marcador es el fiel reflejo de lo que pasó.

Ya en el segundo juego del set inicial, el número uno consiguió su primer rompimiento. Esa ventaja la fue ampliando, al punto de ser una maquinita para su adversario. Recién en el cuarto game del tercer capítulo pudo el croata quebrarle el saque, aunque enseguida Djokovic hizo lo propio con el de Cilic y el partido se terminó de inclinar en su favor. Otro dato elocuente lo muestran los errores no forzados, con 13 del ganador frente a 37 del perdedor.

Así, Djokovic amplió su ventaja en el duelo personal con el croata al ganarle los 14 partidos, con el plus de que apenas cedió cinco sets. En total, el serbio ya se metió en 11 finales en esta temporada, en la que suma seis títulos, a la vez que avanzó a la definición Nº81 de su gran trayectoria. Su meta, claro, es lograr su 10º Grand Slam, pero sabe que le queda un paso más, nada menos que el de la gran final del domingo.

Justamente, ahora espera por Federer o Wawrinka. Se enfrentan los amigos y compañeros del actual equipo campeón de la Copa Davis. Federer, ya con el boleto a las Finales ATP asegurado, tiene un rival de cuidado, más allá de lo que indiquen los antecedentes. De hecho, en Roland Garros lo dejó al hombre récord afuera en cuartos de final y por eso Wawrinka, con el cuarto pasaje a Londres en el bolsillo, es de cuidado.

Un punto fundamental es que se conocen mucho. Federer está 16-3 contra Wawrinka y 4-1 en los Grand Slam. Por eso, el último partido entre ellos, ese de París, resuelto en tres sets, es una motivación para el 5º del ranking y las ganas de tomarse revancha para el dueño de la marca tope en Majors, con 17 títulos.

El hombre de 34 años recién cumplidos está siendo cada vez más agresivo y ataca, corta los puntos, un plan de juego que le dio éxito en Cincinnati y espera hacerlo en Nueva York, donde ganó cinco coronas seguidas (la última, en 2008). Él sabe muy bien que si bien llegó a semis con cinco triunfos sin perder un parcial la historia grande se escribe ahora, por el riesgo de tenerlo a Wawrinka adelante y después, claro, en una potencial final contra Djokovic.

Hay que ver si Wawrinka, el imitador de su compatriota, probará justo contra él lo que hizo por momentos en el reciente choque en este certamen, esa audacia que viene mostrando Federer de atacar rápido los segundos saques del rival de turno, sorprendiendo y tomando la red. El número dos ATP debe mantener su plan y no dejarse mover mucho en el fondo por quien tanto lo conoce de prácticas y años de circuito. Es una partida de ajedrez, donde cotiza oro la solidez y el oportunismo para aprovechar las chances que se presenten.

Federer está en su 38ª semi de un gran torneo, marca histórica, y lleva 10 partidos en fila sin ceder un set. Está en gran forma, aunque no puede descuidarse de Wawrinka, que por algo vive su temporada más regular de todas, estando por primera vez en semifinales en tres de los cuatro Grand Slam del calendario.

Comentarios