• 19 abril, 2024

El cerebro que llevó a EEUU al espacio (y 2)

manuel voquez
El cerebro que llevó a EEUU al espacio (y 2)

Manuel Volquez

Por Manuel Vólquez

Las naciones desarrolladas siempre han reclutado cerebros extranjeros para los proyectos científicos avanzados que incluyen cohetes, misiles, bombas atómicas y otras tecnologías militares de demolición catastróficas. Además, utilizan mentes avanzadas en la rama de la química, física, psicología y parapsicología, cuyo fin último es mantener el dominio político, económico, cultural y militar sobre los países competidores.

Dos de esos genios fueron el ingeniero aeroespacial alemán Wernher von Braun y Albert Einstein, quizás el científico mundialmente más conocido por el desarrollo de la Teoría de la Relatividad que revolucionó la ciencia conocida hasta el siglo XX.

¿Cómo llega Wernher von Braun a los Estados Unidos para incorporarse al equipo de científicos de la NASA?

La historia es muy interesante. En 1937, Von Braun se afilió al partido Nazi y tres años más tarde se hizo oficial de las Waffen-SS, el cuerpo de combate de élite del ejército alemán, más bien conocido como escuadras de protección, conformado por unas veintiséis nacionalidades que desempeñaron un buen papel en la Segunda Guerra Mundial.

Comenzaron como unidad de protección y choque de la dirección del Partido Nazi, hasta convertirse en una fuerza de combate de 950,000 soldados aproximadamente, de los que 352,000 murieron en acción y 50,000 desaparecieron.

Sobre su afiliación a las fuerzas militares nazis, Von Braun siempre dijo que fue un movimiento político fortuito, más que otra cosa, porque de no haberse unido, no hubiese podido continuar con sus investigaciones. Y lo expresó con el siguiente razonamiento: “Era consciente que había creado un nuevo medio para la guerra y la pregunta era ¿a qué nación victoriosa estábamos dispuestos a confiar esta idea? Era una decisión moral más que nada. Queríamos ver el mundo a salvo de cualquier otro conflicto como el que Alemania había pasado y nos pareció que la mejor solución era entregarnos al ejército que estaba formado por personas que se guiaban por la Biblia puesto que esa era la mejor garantía de que el mundo fuese mucho más seguro”.

Muchos alemanes daban la guerra por perdida, a principios de 1945, pero este genio comenzó a pensar en su futuro. Cuando los soviéticos se acercaban al terreno alemán, emprendió la huida con la intención de caer en manos aliadas. Bajo la atenta mirada de las SS, el equipo se trasladó a los Alpes Bávaros y el 2 de mayo de 1945, por coincidencia, un hermano de éste encontró un soldado estadounidense al que se acercó para decirle: “Mi nombre es Magnus von Braun. Mi hermano inventó el V-2. Queremos rendirnos”.

Por aquella época, el ejército estadounidense había activado la “Operación Paperclip” que tenía como objetivo capturar al mayor número de científicos alemanes que fuese posible y evitar que cayesen en manos soviéticas. Von Braun junto a 500 científicos de su equipo, sus diseños y varios vehículos de prueba fue un precioso botín que los norteamericanos no dejaron escapar.

Fueron trasladados a Estados Unidos y allí acordaron trabajar para las Fuerzas Aéreas a cambio de quedar exonerados por los crímenes de guerra. Durante los 15 años

siguientes, Von Braun trabajó en el desarrollo de misiles balísticos para Estados Unidos en Fort Bliss (Texas) y Huntsville (Alabama).

En esa época, el norteamericano Robert H. Goddard ya llevaba cierto tiempo trabajando también con cohetes, pero apenas logró financiación para sus investigaciones. Von Braun utilizó parte de esos trabajos para diseñar la familia de misiles balísticos que hoy ponen en peligro al mundo.

En 1960, Von Braun se convirtió en el director del Centro Marshall de Vuelo Espacial de la NASA y responsable del diseño del cohete Saturno V que durante los años de 1969 y 1972 llevarían a los estadounidenses a la Luna.

Su nueva vida en Estados Unidos le llevó a convertirse en una persona sumamente popular y querida. De hecho, en 1975 fue galardonado con la Medalla Nacional de Ciencias y llegó a relacionarse, gracias a su cargo directivo de la NASA, con los distintos presidentes que dirigieron el país.

No entiendo por qué nunca le dieron el Premio Nobel póstumo. Este codiciado galardón fue instituido en 1900. Von Braun murió en 1977.

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