En Ucrania comunitarios y activistas persiguen políticos corruptos y los tiran a la basura
NUEVA YORK,- En Ucrania, ha surgido el movimiento denominado en inglés «»Trash Bucket Challenger», dirigido e integrado por cientos de comunitarios y activistas no partidistas, miembros de la entidad Oddesa, que persiguen diariamente a políticos sindicados como corruptos, los interceptan en las calles, los secuestran brevemente, los arrastran hasta contenedores de basura y los tiran allí.
Según el periódico Independent.IE, la práctica, busca humillar públicamente especialmente a parlamentarios y funcionarios «ladrones», que siguen impunes en las calles de Ucrania.
La cultura de la corrupción en ese país europeo y que recientemente se independizó de Rusia, muriendo más de 3.500 personas en el conflicto armado, es uno de los factores principales de su pobreza.
Líderes de la Unión Europea, también ha dicho que la corrupción en Ucrania, es motivo para que sus inversionistas, hayan sacado sus empresas y se nieguen a invertir capitales en ese país.
Videos subidos por «Trash Bucket Challenger», a redes sociales y en youtube, se han convertido en virales, con cientos de miles de visitas, que ven las imágenes en las que los políticos acusados de corruptos, son atrapados en las calles por grupos de civiles y echados en los basureros.
Desde septiembre pasado, una docena de diputados, concejales y otros funcionarios, han sido presas de esos grupos, muchos de los cuales, son secuestrados en sus oficinas y despachos.
El grupo, es ubicado en la derecha radical, pero niega ese etiqueta, se declara «independiente» y dice que echar a «esos políticos ladrones» en la basura, es una forma de castigarlos y exponerlos ante la sociedad.
Los políticos que han sido «castigados», en su mayoría, pertenecen al partido ucraniano que gobernaba antes del conflicto separatista.
Los defensores dicen que la acción, es sólo un paso para que se implante la justicia popular, como respuesta a la impunidad que a los corruptos, les garantiza el régimen actual.
El 16 de septiembre, una muchedumbre agarró en una calle al parlamentario Vitaly Zhuravsky y lo tiró en un contenedor de basura a la vista de docenas de curiosos.
Otro funcionario tirado a la basura es Oleg Rudenko, al que se le imputa haber recibido un soborno de $45 mil dólares.