• 24 abril, 2024

Estados Unidos extradita a Noriega a Francia

El Pais- El dictador panameño Manuel Noriega vuela en estos momentos rumbo a Francia después de que la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, firmase su orden de extradición para enfrentarse a los cargos de blanqueo de capitales.

El ex hombre fuerte de Panamá ha pasado los últimos 17 años de su vida en una prisión federal de Miami, después de que en 1992 fuera considerado culpable de ayudar al cartel de Medellín (Colombia) a introducir droga en Estados Unidos. Fue condenado por delitos de narcotráfico, asociación ilícita y conspiración.

La condena del general finalizó hace más de dos años y medio y desde entonces su futuro ha sido objeto de una complicada discusión legal. A finales de marzo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó la demanda interpuesta por el ex dictador panameño que pedía revisar la decisión anteriormente adoptada de extraditarle a Francia, donde fue condenado en 1999 en rebeldía (sin estar presente) a diez años de cárcel por blanqueo de capitales a través de bancos franceses por un total de 2,2 millones de euros.

El Gobierno francés planea la reapertura del caso contra el ex dictador, que buscaba su extradición a Panamá. Sus 75 años podrían servirle para cumplir la condena en arresto domiciliario y no en una celda.

En Panamá, Noriega también ha sido considerado culpable en rebeldía de varios delitos, incluidos los asesinatos del líder de la oposición Hugo Spadafora y el militar Moisés Giroldi, por los que fue condenado a 15 y 20 años de cárcel respectivamente.

El abogado de Noriega aseguró ayer estar muy sorprendido por la noticia. «No me puedo creer que hayan tomado la decisión de extraditarle sin ni siquiera telefonearnos», declaró Frank Rubino.

El ex militar fue jefe de Estado de facto de Panamá entre 1983 y 1989, cuando fue arrestado por las tropas estadounidenses que invadieron el país y trasladado a EE UU. Noriega fue declarado prisionero de guerra por un juez federal de Miami tras su condena de 1992.

Pero tanto jueces federales como el Tribunal Supremo rechazaron la petición de sus abogados de que se le aplicase la Convención de Ginebra relativa a prisioneros de guerra que le hubiera garantizado su retorno a su país de origen, Panamá.

Lances del destino, pero la naturaleza pareció negarse a la marcha de Noriega. Una fortísima tormenta estuvo a punto de impedir que el vuelo de Air France despegara del aeropuerto internacional de Miami. A las siete de la mañana hubo incluso un aviso de tornado en el vecino condado de Broward, pues el aeropuerto de Fort Lauderdale también fue muy afectado. Casi un centenar de vuelos fueron cancelados o retrasados y sólo a mediodía comenzó a normalizarse la situación. Fueron los últimos ramalazos del temporal que azotó el fin de semana especialmente el estado de Mississippi dejando a su paso una decena de muertos, numerosos heridos y graves daños materiales. Fue la tormenta más intensa de la temporada en la Florida y con vientos de hasta 120 kilómetros por hora, un auténtíco huracán fuera de temporada. Cayeron hasta 7.000 rayos y más de 10.000 casas quedaron sin fluido eléctrico.

Noriega llegó al aeropuerto en una furgoneta negra de gran tamaño desde el Instituto Correccional Federal, al sur de Miami, donde residió los últimos dos años en una cárcel de seguridad mínima. Una persona le acompañó hacia el interior sujetándole del brazo, pero más para ayudarle que como signo de llevarle detenido. Incluso se paró un momento con él para ver si podía andar por sí mismo. Parecía ir esposado y en un estado de deterioro físico evidente. Vestido de negro, con una chaqueta gabardina, aunque no hacía frío alguno, se tapaba la cabeza con un gorro gris destartalado. Caminó casi arrastrando los pies, mientras un policía le escoltaba a la derecha y otro, de paisano, portaba sus objetos personales y documentos.

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