
Una reunión prolongada sin soluciones
Aunque estaba programada como una reunión breve de dos horas, la cumbre se extendió a más de cuatro, principalmente debido a largos debates sin resoluciones claras. De acuerdo con fuentes citadas por Politico, los líderes europeos dedicaron más tiempo a exponer problemas que a proponer soluciones viables.
Seguridad europea: foco en el «muro de drones»
Uno de los puntos centrales fue la discusión sobre el proyecto del «muro de drones», una iniciativa recientemente acordada por los ministros de Defensa del bloque. Este sistema de defensa multicapa busca detectar, rastrear y neutralizar amenazas aéreas en los países orientales de la UE.
Pese al interés estratégico, el debate sobre esta propuesta consumió la mayor parte del tiempo de la cumbre, dejando poco espacio para abordar otras prioridades, como el apoyo militar y financiero a Ucrania, que quedó relegado a la última hora del encuentro.
Hungría y las tensiones internas en la UE
La posición de Hungría, que se negó a participar en el muro de drones, ha generado preocupación dentro del bloque. Según The Telegraph, la ausencia húngara dejaría un vacío de 96.000 km² en el centro del proyecto, lo que podría comprometer su efectividad.
Por otro lado, el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, expresó escepticismo sobre la urgencia del plan. “Valoro la idea de un muro de drones, pero debemos gestionar las expectativas. No se trata de una solución que se implementará en los próximos tres o cuatro años”, declaró.
Conclusión: falta de consenso y pocos resultados
A pesar de la urgencia de fortalecer la seguridad en Europa y definir una hoja de ruta clara frente al conflicto en Ucrania, la cumbre dejó en evidencia la falta de consenso entre los miembros del bloque. Las divisiones internas y la escasa definición estratégica continúan obstaculizando avances concretos en defensa común y geopolítica europea.
