• 23 abril, 2024

La condena de los asesinos de Rosenberg pone fin a la peor crisis de Colom

Guatemala -(EFE- La condena a 38 años de prisión de los asesinos del abogado Rodrigo Rosenberg ha puesto fin a una de las peores crisis enfrentadas por el presidente guatemalteco, Álvaro Colom, a quien se pretendió incriminar en este hecho.

El secretario de Comunicación de la Presidencia guatemalteca, Ronaldo Robles, dijo hoy a Efe que la sentencia «ha sido satisfactoria» para el mandatario y su Gobierno, y se congratuló por que al fin «prevaleció la verdad».

Según la investigación realizada por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Rosenberg, un prestigioso abogado de 42 años, agobiado por «una profunda depresión», planificó de forma deliberada todos los detalles de su muerte.

Hizo creer a sus íntimos amigos Francisco José y Estuardo José Valdés Paiz que alguien le extorsionaba y les pidió ayuda para eliminarlo.

Los Valdés Paiz, según la Cicig, contrataron a unos sicarios y los pusieron en contacto con Rosenberg, quien planificó su propio asesinato, el cual fue eliminado el 10 de mayo de 2009.

«Se comprobó que los procesados participaron en el asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg, porque fueron contratados para perpetrarlo a cambio de una cantidad de dinero», señalaron los jueces en el fallo condenatorio.

Tres días antes de ser asesinado, con la ayuda del periodista Mario David García y el abogado Mario Fuentes, Rosenberg grabó un vídeo en el que hizo serios señalamientos de corrupción en contra del gobierno y un grupo de empresarios, y responsabilizó de su muerte a Colom, la primera dama, Sandra Torres, y el secretario privado del mandatario, Gustavo Alejos.
La cinta fue divulgada al siguiente día del asesinato, en pocas horas se convirtió en el vídeo más visto en Internet en todo el mundo y tuvo en vilo al gobierno de Colom durante meses.
Miles de ciudadanos, en su mayoría habitantes de las áreas urbanas y clases acomodadas del país, salieron a las calles a exigir la destitución del mandatario, quien insistía en su inocencia y aseguraba que se trataba de un complot en su contra.
Ayer, horas antes de que el Tribunal Primero de Alto Riesgo diera a conocer la sentencia contra los autores materiales de este crimen, Colom manifestaba que esperaba una «sentencia justa».

«Hoy es el día de la justicia, y hoy es la sentencia de la infamia de mayo», dijo el mandatario, quien se tambaleó durante la crisis generada por los señalamientos en su contra, pero se apoyó en los miles de guatemaltecos del medio rural, principales beneficiarios de sus programas de combate a la pobreza.

El esclarecimiento del crimen de Rosenberg es también considerado como el más importante logro de la Cicig y de su primero director y ahora director interino, el jurista español Carlos Castresana, tras haberse validado la investigación realizada ante un tribunal.

Los jueces basaron su fallo en «las pruebas científicas» presentadas por la Cicig, las cuales fueron recabadas por un equipo de más de 300 investigadores y expertos de 20 nacionalidades.

«Este caso constituyó un reto para la justicia guatemalteca y fue una prueba de fuego para la Cicig», dijo a los periodistas la abogada Lucía Margarita Prera, integrante de esa comisión internacional.

Lo único pendiente en este caso es el juicio en contra de los hermanos Valdés Paiz, quienes desde el pasado 28 de junio guardan prisión en una base militar de la capital, y son señalados de ser los autores intelectuales del crimen por haber contratado a los sicarios, aun creyendo que eran para matar a otra persona.

De los once miembros de la banda de sicarios que asesinó a Rosenberg, Lucas Santiago, Edwin López y William Santos fueron condenados a 38 años de prisión, y José Armando Ruano a 48.

Mientras que Samuel Girón, Byron Santos, Balmoris Guzmán y Miguel de Jesús Ordóñez, este último ex agente de la Policía Nacional Civil (PNC), fueron condenados a ocho años de prisión; Jesús Manuel Cardona, a doce; Carlos Aragón Cardona, a dos años; y Luis Paz Mejía, fue absuelto por haber colaborado con la Justicia.

A pesar de que cada día son asesinadas en Guatemala un promedio de 17 personas, solo el asesinato de Rosenberg ha causado una crisis de gobernabilidad tan importante.

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