• 20 abril, 2024

Las FARC dicen dónde están los restos del cadáver de Julián Ernesto Guevara

EM- Las FARC han facilitado a la senadora colombiana Piedad Córdoba las coordenadas del sitio donde fue enterrado el cuerpo del oficial de la Policía Nacional Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio en 2006, confirmó la presidenta de la asociación de familiares de rehenes, Marleny Orjuela.

Orjuela, quien coordina la Asociación Colombiana de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por Grupos Guerrilleros (Asfamipaz), señaló que la senadora recibió los datos de la ubicación del cadáver de Guevara, aunque no pudo precisar cuál será el procedimiento para ir a recogerlos.

La entrega de las coordenadas se hizo efectiva en el momento en el que

la misión humanitaria liderada por Córdoba recogió al sargento del Ejército Pablo Emilio Moncayo, liberado este martes por las FARC, en algún punto de las selvas del departamento de Guaviare, en el sur de Colombia.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se comprometieron a entregar los restos de Guevara el año pasado, junto al militar Josué Daniel Calvo, quien recuperó la libertad el pasado domingo, y Moncayo.cayo.

Sin embargo, el pasado viernes el grupo rebelde anunció que Emperatiz de Guevara, la madre de la víctima, no iba a recibir sus restos porque el área en el que se encontraban permanecía ocupada por el Ejército. Tras la liberación de Calvo, Córdoba informó de que la guerrilla tenía la intención de devolver los restos y pidió paciencia para la espera.

El alto oficial de la Policía fue secuestrado en la toma de la ciudad de Mitú (sur) el 3 de noviembre de 1998 y falleció en cautiverio en 2006, a los 41 años de edad.

La revelación de esta información se ha interpretado como un claro mensaje al Gobierno de Álvaro Uribe de que la guerrilla no bromea con su oferta del intercambio humanitario.

Después de la liberación de Moncayo, un acto que las FARC definieron como un gesto unilateral de paz, quedarán en poder del grupo 22 efectivos del Ejército y de la Policía que los rebeldes buscan intercambiar por cientos de guerrilleros presos, a través de un acuerdo humanitario.

El Gobierno sostiene que con las entregas unilaterales y graduales la guerrilla busca ganar protagonismo político en la antesala de las elecciones presidenciales y limpiar su deteriorada imagen de crimen ante el mundo.

Las FARC anunciaron en abril del año pasado la entrega de los dos rehenes, pero la liberación no se concretó por las posiciones encontradas entre el presidente Álvaro Uribe y la guerrilla.

Inicialmente, Uribe exigió que las FARC liberaran de forma simultánea a todos los efectivos de las Fuerzas Armadas que mantienen plagiados en la selva y denunció que era parte de una estrategia de los rebeldes para ganar protagonismo y limpiar su imagen con las entregas graduales.

Pero después accedió a las liberaciones graduales y autorizó a Córdoba, a la Iglesia Católica y al CICR para conformar una misión humanitaria.

Brasil, que a comienzos del 2009 participó en la entrega de otros seis rehenes, aceptó de nuevo servir como facilitador con los helicópteros y las tripulaciones para recibir a los dos militares después de que la guerrilla aceptó las garantías de seguridad que ofreció el Gobierno.

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