• 24 abril, 2024

Miomas y menopausia

Por Valentina Álvarez

Un mioma es un tumor benigno y no canceroso que crece en el tejido muscular del útero o miometrio. Esta es la definición que aparece en Wikipedia y es coincidente con la información que aparece en otros sitios.

Los miomas, también denominados fibromas, se producen por el crecimiento excesivo de las fibras musculares y fibrosas que forman el útero, adoptando una disposición en forma de ovillo, lo que les confiere un aspecto redondeado.

Las causas que los originan se desconocen, pero se cree en un factor hereditario importante, pues se da de madres a hijas y también las mujeres de raza negra tienen un mayor porcentaje de incidencia.

Hay miomas sintomáticos (que producen dolor pélvico, sangrado abundante, estreñimiento, dolor al orinar, plenitud abdominal) y otros asintomáticos (que no presentan síntomas) y esto generalmente depende de su localización en el útero.  Por ejemplo los intramurales son los que crecen al centro de la pared del útero, y no producen síntomas a menos que sean muy grandes. Este es el tipo de mioma más común.

Por lo general los miomas se desarrollan entre los 30 y los 50 años. Una de cada cuatro o cinco mujeres tiene un mioma o más y están sujetos a la presencia hormonal. Quiere decir que a mayor presencia de estrógenos (hormonas sexuales femeninas) los miomas tenderán a crecer en tamaño y/o número.

¿Qué sucede con los miomas en la menopausia?

En la menopausia y climaterio, donde se da una disminución significativa de los estrógenos, los miomas tienden a reducirse e incluso a desaparecer.

Los problemas de miomas y  menopausia están asociados a la Terapia de Reemplazo Hormonal, porque en caso de tomar hormonas la relación dependiente con los estrógenos se manifestará de la misma forma que expresamos anteriormente, con un aumento en tamaño y/o número de los miomas. Una mujer con miomas debe valorar conjuntamente con su médico el riesgo-beneficio de este tipo de terapias.

Medicamentos que bloquean los miomas

Hicimos una entrevista al Dr. Marcelino Hernández Valencia y nos explicó que existe medicamentación para hacer que los miomas dejen de ser activos y por lo tanto tener miomas no es una contraindicación para tratamientos hormonales, pero sí hay que valorarlo. Leer Más sobre “Avances en menopausia”

Métodos de detección y extracción

Cuando el médico sospecha la presencia de miomas por algunos de los  síntomas que nombramos anteriormente dolor pélvico, sangrado (que puede ser muy abundante durante las menstruaciones o en forma irregular) estreñimiento, dolor al orinar, plenitud abdominal, para confirmar el diagnóstico realiza una ecografía pélvica o transvaginal que permite saber el número de miomas, su ubicación y tamaño.

Si los miomas son muy grandes y producen trastornos, hay diferentes técnicas para extraerlos como la endoscopia, la laparoscopia o la histeroscopia, las cuales permiten acceder al útero y extirpar los miomas respetando el resto del útero. Con estas técnicas se opera observando la zona de modo directo, sin “abrir el cuerpo” con pequeñas incisiones y tiene como resultado una rápida recuperación.

También hay técnicas que bloquean las arterias que llegan a los miomas para producir su atrofia. La solución más drástica pero a veces necesaria, es la histerectomía (extracción del útero).

La autora tiene un blog sobre menopausia y climaterio

en www.mimenopausia.com

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