• 20 abril, 2024

Nicaragüenses luchan por sobrevivir en medio de crisis económica y COVID-19

MANAGUA, (VOA),- La firma británica de investigaciones y análisis Economist Intelligence Unit aseguró recientemente que la crisis social que vive Nicaragua desde 2018, sumada a la pandemia del COVID-19, amenazan con empujar al país a su depresión económica más profunda desde la década de 1980.

El país, que acumula dos años de recesión, se enfrenta a un panorama desalentador en 2020, que tiene a sus ciudadanos luchando por sobrevivir en medio de la pobreza y el desempleo.

Un ejemplo es Fátima Ramírez, quien vende enchiladas en un mercado popular de Managua. Ella dice que en años anteriores lograba vender entre 30 y 50 unidades, pero ese total se ha reducido a menos de 10. Esto a su vez redujo la inversión en su canasta básica de alrededor del equivalente de 100 dólares, a menos de 50.

“No es solamente por la epidemia, sino por tantas cosas que hay que la gente está quedando sin empleo, no hay trabajo, no hay nada, no hay de donde sacar”, lamentó la comerciante, cuyos ingresos no se acercan ni remotamente al precio de la canasta básica en Nicaragua.

Actualmente el costo total de la canasta básica supera los 14.000 córdobas mensuales, unos 470 dólares, de los cuales más de 9.000 son para alimentos, según datos del Banco Central de Nicaragua, que no han sido actualizados de desde julio de 2019.

Un trabajador nicaragüense tiene un ingreso mensual promedio, según el salario mínimo, de 7.000 córdobas, un equivalente a 200 dólares.

Quienes pertenecen a los sectores más empobrecidos, como Fátima Ramírez, deben hacer malabares con el dinero que ganan para sostener y alimentar a sus familias.

En otro punto de Managua, Julio Solís vive una situación similar.

Mientras empuja un carretón de pan, nos cuenta que las ventas han bajado significativamente, pero esto no lo hace perder el optimismo, porque a pesar de la crisis económica, la población no deja de comprar pan y aunque sea en menor cantidad, esto le permite llevar comida a su hogar.

“Por lo menos sale la comida, sale para los frijolitos. Más que todo el pan simple el tostado, la gente lo guarda, así no salen a la calle. El pan simple se está vendiendo, pero más el tostado. Todo ha subido, pero debemos salir a la calle a vender, si no, “¿de qué vamos a vivir?”, explica.

Panorama desalentador

El economista Luis Murillo anticipó a la Voz de América que el panorama económico y los niveles de consumo seguirán cayendo en el país.

“Hoy posiblemente se haya contraído el consumo en más de un 15%, niveles de desempleo por encima del 15%, una tasa de crecimiento económico negativa por lo menos del menos 5%”, explicó.

En tanto, instituciones internacionales como The Economist Intelligence Unit y el Fondo Monetario Internacional han advertido que en este año el Producto Interno Bruto de Nicaragua se contraerá entre el menos 6 y 8%.

El Banco Mundial prevé una caída de -4.3%. Esta cifra menor se explica, en parte, en que el cálculo de los economistas del banco se basa más en las dinámicas externas que en las internas que afectarán al país.

En su Informe Semestral de la región de América Latina y el Caribe, el Banco Mundial señala que, después de mostrar un desempeño económico decepcionante durante el último quinquenio, se espera que “las dificultades de la crisis serán enormes para grandes segmentos de la población” latinoamericana y caribeña.

En el caso de Nicaragua señalan que “se prevé que la recesión se agudice en 2020 debido al brote de COVID-19, deteniendo aún más el progreso logrado en la reducción de la pobreza desde 2005 por una contracción del empleo particularmente severa en sectores intensivos en mano de obra y el estancamiento de los salarios”.

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