• 19 abril, 2024

Periodista denuncia abuso de empresa de telecomunicaciones

Periodista denuncia abuso de empresa de telecomunicacionesSANTO DOMINGO.-El periodista y catedrático universitario, Francisco Santana, denunció que ha sido víctima de múltiples atropellos en sus derechos como usuario de los servicios de telecomunicaciones por parte de la empresa Orange Dominicana.

Explicó que la empresa se niega a reconocerle la garantía por un 1 año que se le otorgó al momento de comprar un celular y que, para sustentar dicha negativa ha cambiado sus diagnósticos en varias ocasiones.

Manifestó que la empresa en un primer diagnóstico reconoció que el celular estaba “en buen estado” y que luego en otro diagnóstico dijo que “presentaba “leves rayaduras”, lo que no hacía perder la garantía, y que cuando hizo la reclamación le presentarón otro diagnóstico, esta vez incluyendo que el aparato presentaba “golpes y rayaduras”, apuntó.

Narró que cuando pidió que le entregarán por escrito la respuesta se la dieron, pero donde figuraba como cliente una mujer. Sostiene que pidió que le hicieran la corrección y que le contestaron que el oficial que le había atendido no había actualizado el sistema y que por lo tanto no era posible rectificar ese error.

A continuación el relato completo con las pruebas documentadas de lugar:

El 22 de febrero de este año 2015 compré en Orange un celular Samsung Galaxy A5, “nuevecito de paquete”, menos de un mes mas tarde, el martes 17 de marzo, éste dejó de funcionar sin recibir ningún golpe ni haberse mojado. Inmediatamente acudí a la Oficina Comercial mas cercana con mi factura y certificado de garantía “POR UN AÑO”.

Lo entregué, la oficial revisó el equipo y su primer diagnóstico fue: “ASPECTO GENERAL: BUEN ESTADO EN GENERAL”, y me informaron que se ponían en contacto conmigo. Efectivamente, al otro día, miércoles 18, recibí la llamada, PERO, para informarme que el equipo quedaba “FUERA DE GARANTÍA POR LEVES RAYADURAS EN LA PANTALLA”.

Observo el recibo que me habían dado el día que entregué el equipo y veo que dice que la garantía se pierde por “golpes, “roturas” o “humedad”

y procedo a realizar una reclamación a la cual se le asignó el número 35612624. A los 3 días, me informan que mi reclamación no precedía, PERO, ¡OH SORPRESA! ahora por otro diagnóstico: “NO APLICA GARANTÍAS CON EL FABRICANTE PORQUE PRESENTA GOLPES Y RALLADURAS”, estoy citando textualmente, y me informan que debo pagar nada menos que RD$5,449.24

Pero la cosa no queda ahí, le digo que me den por escrito esa respuesta que me dieron por teléfono y me informan que pase por una oficina. Pasé y me la dieron, PERO, ¡OTRA SORPRESA! en la respuesta que me dieron quien figura como cliente es una mujer,

acudo de nuevo a la oficina de Orange para que me entreguen la respuesta del caso con mi nombre y lo que me informan es que “ESO NO SE PUEDE CORREGIR” y que “NO IMPORTA QUE ESO TENGA OTRO NOMBRE”. Insistí que me hicieran la corrección y después de consultar a varios supervisores se me informó que “definitivamente” no se podía hacer nada porque el empleado que me entregó la respuesta “NO ACTUALIZÓ EL SISTEMA”, es decir, que además de cambiarme el diagnóstico para incluir en el segundo lo de “golpes” para que la garantía no aplique, a esta empresa no le importa entregarme una respuesta con otro nombre.

He comentado esta situación con varios amigos y todos me dicen lo mismo: “eso me pasó a mi también y yo me encojoné y le dejé el celular con to”, me dijo un amigo. “a mí me vinieron también con ese mismo cuento y finalmente tuve que cubrir el monto de la reparación” me expresó otro amigo.

He sido cliente por muchos años en Orange (el dato preciso no lo puedo dar porque lo solicité y me dijeron que no me podían dar esa información) pero esta denuncia no la hago por mí, en particular, sino por todos los usuarios de los servicios de telecomunicaciones que a diario les son pisado sus derechos y para que situaciones como estas paren de una vez y por siempre en nuestro pais, de parte de estas empresas, pero ante todo, para que no continue la bochornosa práctica de ofrecerle una cosa a los clientes y después hacer lo indecible para no cumplir con lo pactado. ¡Nunca debemos desmayar en reclamar nuestros derechos! Yo, por mi parte, de ser necesario, continuaré esta lucha ante las instancias que disponen las leyes dominicanas.

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