“Hasta el momento, no hemos recuperado supervivientes”, declaró Davis en una conferencia de prensa, al actualizar la situación tras el siniestro ocurrido en las instalaciones de Accurate Energetic Systems (AES).
La explosión, ocurrida en la madrugada del viernes, arrasó por completo uno de los edificios del extenso complejo industrial ubicado en la ciudad de Centerville, provocando una tragedia de gran magnitud en una comunidad conocida por su tranquilidad. Al menos 18 personas siguen desaparecidas, mientras continúa la búsqueda entre los escombros.
El estallido fue tan potente que se sintió a más de 30 kilómetros de distancia, según reportaron vecinos que describieron el suceso como “una sacudida que hizo temblar las casas”. Las autoridades locales indicaron que los escombros se dispersaron en un radio de 800 metros cuadrados, y calificaron el área como “una de las escenas más devastadoras” registradas en la región.
Más de 300 efectivos de emergencia trabajaron en el lugar durante el punto álgido de la emergencia. Sin embargo, el sheriff Davis pidió cautela y unidad a la comunidad mientras avanza el proceso de identificación de las víctimas:
“Necesitamos que nuestras comunidades comprendan que hemos perdido a mucha gente. Esto afecta profundamente a familias enteras; son nuestros amigos, nuestros vecinos.”
La compañía AES, dedicada a la fabricación de explosivos de uso militar y para demoliciones, lamentó el hecho calificándolo de “accidente trágico” y expresó sus condolencias a las familias afectadas.
Las causas del siniestro siguen bajo investigación. Las autoridades locales confirmaron que el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) se unieron al equipo de investigación, mientras expertos realizan explosiones controladas debido a la inestabilidad química de los materiales en el sitio.
Como parte de las labores de identificación, los investigadores están utilizando registros de torres de telefonía celular para determinar qué empleados se encontraban dentro de la planta en el momento del estallido.
La empresa, ubicada en un terreno de más de 500 hectáreas al oeste de Nashville, cuenta con alrededor de 80 empleados y ha tenido antecedentes de incidentes graves. En 2014, una explosión en sus instalaciones dejó un muerto y cuatro heridos, y en 2019 fue multada por violaciones a normas de seguridad laboral por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA).
El sheriff Davis, visiblemente afectado, subrayó que el impacto emocional en la comunidad es profundo:
“En condados pequeños como este, todos nos conocemos. Hemos perdido amigos, compañeros de escuela, familiares.”
La noche del viernes, decenas de residentes participaron en una vigilia con velas en honor a las víctimas, cantando “Amazing Grace” y orando por los desaparecidos.
La tragedia ha reavivado el debate sobre la seguridad industrial en pequeñas comunidades de Estados Unidos, donde los accidentes de este tipo —aunque infrecuentes— suelen tener consecuencias devastadoras tanto humanas como sociales.