• 19 abril, 2024

Sobreviviente boricua de matanza en Orlando se hizo el “muerto” para no ser rematado

Miguel Cruz Tejada

Angel Colón, sobreviviente de la matanza en OrlandoNUEVA YORK,- El puertorriqueño Ángel Colón de 26 años de edad y uno de los sobrevivientes de la matanza en la discoteca “Pulse” en Orlando (Florida), se hizo el “muerto” para no ser rematado por el terrorista psicópata Omar Mateen, quien ejecutó a 49 víctimas y dejó otras 53 heridas, entre ellas varias graves.

Colón, narró con pavor, la noche de terror que vivió, viéndose a un paso de la muerte, después de haber sido herido en el brazo izquierdo y una pierna.
Dijo desde el hospital en Orlando, que cuando vio que el matón se le acercaba con intención de rematarlo, se tiró al piso y se hizo el “muerto”.
Esa rápida reacción le salvó la vida en segundos.
Relatas que Mateen, entonces siguió escogiendo blancos y disparando para continuar su jornada de sangre y terror.
“Soy el próximo. Estoy muerto», fue lo primero que pensó Colón cuando vio acercarse al psicópata, rifle y pistola en manos.
Narra que estaba en el club nocturno para gays con varios amigos y para terminar una parranda de la noche, cuando sonaron los disparos.
«Poco después de las 2:00 de la madrugada, nos estábamos diciendo adiós, abrazando a todo el mundo… y de la nada, oímos el sonido como de cartuchos de una escopeta», agregó Colón.
En medio de la sangre que corría, el terror, el caos y el miedo, Colón y sus amigos trataron de huir.
«Sólo nos agarramos entre sí y empezamos a correr. Me disparó tres veces en la pierna. Caí. Traté de conseguir una puerta de seguridad, todos corrían por todas partes. Yo terminé lo atropellado», dijo.
Las balas le rompieron la pierna izquierda
«No podía caminar en absoluto. Todo lo que podía hacer era quedarme en el piso y fingir que estaba muerto, todo el mundo estaba corriendo encima de mí tratando de llegar a donde tenían que estar», explica Colón.
Dijo que los disparos continuaron mientras el terrorista armado se abría paso a través del club y en medio del gentío.
«Todo lo que podía oír era la escopeta, una tras otra, la gente gritando, por ayuda», dijo.
Relata que el hombre armado se trasladó a una habitación trasera, pero regresó donde él estaba herido en el suelo. El terrorista comenzó a disparar a los cuerpos en el suelo para rematarlos y asegurarse de que estaban muertos».
Y le disparó a una mujer en el suelo que estaba al lado de Colón.
«Sólo estaba allí acostado y pensando, que estaba muerto'», señaló Colón.
«No sé cómo, pero por la gloria de Dios, tiró hacia mi cabeza y baleó la mano. Y entonces él me disparó de nuevo, pero la bala tocó el lado de mi cadera», dijo Colón, agregando que fingió que había muerto, para que el terrorista no se diera cuenta de que estaba vivo.
Colón dijo que fue arrastrado fuera del club a través de un suelo sellado de cristales rotos y sangre y fue ayudado por un oficial de la policía y llevado al restaurante Wendy, cerca de la discoteca, para luego ser transportado al hospital.
«Me gustaría poder recordar su cara o su nombre debido a que estoy agradecido con él», dijo en referencia al oficial que lo recogió.
Los médicos dijeron que de los 44 pacientes llevados al Centro Médico Regional de Orlando, 27 permanecen hospitalizados, seis de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos.
«La forma en que ustedes nos han cuidado a nosotros en este hospital es increíble. Si no fuera por ustedes, definitivamente no estaría aquí», dijo Colón, hablando en una silla de ruedas y rodeado por familiares y médicos del nosocomio.

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