• 18 abril, 2024

Vertedero frente a politécnico

Vertedero frente a politécnic

Vertedero frente a politécnicSANTIAGO.- Prácticamente a la entrada del politécnico Altagracia Iglesias de Lora, ubicado en el sector santiaguero de Los Platanitos, residentes allí decidieron improvisar un vertedero, que aparentemente le resulta difícil de evitar a las autoridades de la Alcaldía.

El cúmulo de desperdicios era tal el pasado viernes que ocupaba parte de la acera y de la calle principal de esa populosa barriada, ubicada justo detrás del estadio Cibao y próximo, también, de la escuela primaria J. Armando Bermúdez.

El referido centro educativo forma parte de la jornada extendida, donde son formados jóvenes calificados en el campo científico, tecnológico y social, para que se inserten en el mercado laboral de forma productiva, acuerdo con los nuevos tiempos.

Fue reinagurado el uno de febrero del 2008, en el gobierno del entonces presidente Leonel Fernández y donde estudian alrededor de mil personas, provenientes de los barrios periféricos.

Vecinos del lugar dijeron que se han visto en la imperiosa necesidad de improvisar ese basurero porque alegadamente pocas veces al mes recorren las calles de Los Platanitos los vehículos pesados del cabildo, para retirar del frente de sus casas los desperdicios.

Angela Estévez, Manuel Rodríguez y Aurora Espinal, residentes en tres de las calles del barrio en cuestión, explicaron que las autoridades edilicias desde hace tiempo abandonaron virtualmente a su suerte los residentes allí, cuando se trata de recoger adecuadamente la basura.

“Evidentemente a la Alcaldía poco le importa que todos los meses paguemos el dinero que nos cobran por concepto de recogida de la basura, a través de la factura del pago del agua, porque es raro ver los camiones por aquí”, precisaron.

Sostuvieron que, además de los brotes de enfermedades que se derivan del cúmulo de desperdicios en dicha calle, que hace esquina con la avenida Enriquillo, cuando se registran fuertes y prolongados aguaceros en la zona los imbornales del entorno se taponan, pues las corrientes de las aguas los arrastran hasta allí.

“Cuando eso ocurre entonces tenemos basura desparramada por todos lados y las calles inundadas de agua, en vista de que no puede desplazarse con normalidad por los contenes”, subrayaron Estévez, Rodríguez y Espinal.

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